En alguna ocasión Donald
Calne dijo que “la razón nos lleva a conclusiones y las emociones nos
llevan a acciones”. Esta ideología nunca antes tuvo tanto sentido, pues ahora
crear una conexión emocional con los clientes es el meollo del below the line.
Para que una acción BTL sea exitosa debe primero que nada
conectar, y aunque muchos se preguntarán y cómo se hace eso, la realidad es que
de entrada hay que crear una estrategia de branding
emocional.
De acuerdo con Pablo Mercado, fundador de Sensori-K, para crear
una estrategia de este tipo primero deben responderse las siguientes preguntas:
¿Cómo conseguir que alguien se interese?
¿Cómo conseguir que alguien considere la compra?
¿Cómo reforzar continuamente que la decisión de compra fue
completamente la decisión correcta, la decisión “ganadora”?
¿Cómo crear clientes leales?
¿Cómo crear un ritual de marca, de tal forma que tu marca se
convierta en parte de la vida cotidiana del cliente?
¿Cómo lograr que tu cliente se vuelva tu fan?
Mira un ejemplo:
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