Causar una buena experiencia entre sus consumidores se ha vuelto un prioridad para las
marcas, pues de ello depende que estos se
vuelvan afines a sus productos y de ahí se genere engagement y una marca que se ha distinguido por
ello es Coca-Cola que utiliza literalmente todo,
incluyendo sus camiones repartidores para sorprender a las personas.
Coca-Cola ha
incrementado año tras año su valor de marca, por ejemplo en el
2006 valía 41 mil 41 millones de dólares, cuatro años después, en el 2010 su
valor era de 67 mil 99 millones de dólares, mientras que en el 2015 cerró con
un valor de 83 mil 84 millones de dólares, lo que demuestra que sigue
consolidándose en el top of mind de millones de personas en
todo el mundo.
Esta vez Coca Cola, escogió las calles de Vietnam para
sorprender a chicos y grandes con una campaña de experiential marketing que consistió en llevar uno de sus camiones
repartidores, adaptado con un botón especial que tenían que apretar
para recibir un regalo único.
A pesar de que esta acción below the line fue
realizada en el 2013, sigue siendo un referente de cómo una marca puede
utilizar todo lo que tiene a su alcance para generar awareness y
convertirse en una lovemark.
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